martes, 31 de marzo de 2009

La formacion del programa semanal y cotidiano

la formación del programa semanal y cotidianoDespués de una intensa y adecuada profundización en los temas, cabe ajustarlos a la semana o al periodo lectivo, de acuerdo con el número y la distribución de días y horas.El programa cotidiano y semanal se confeccionará con arreglo a las siguientes tareas:1. la elección de los temas de la semana;2. la división de los mismos en clases, y3. la composición de la totalidad del programa semanal y cotidiano.La elección de los temas de la semanaDice el refrán: “Quien mucho abarca, poco aprieta”. Esto está de acuerdo con la vieja sabiduría pedagógica de que es preferible detenerse en un tema en vez de tratar de abarcar muchas cosas- aunque todas fueren importantes- en el mismo tiempo, con el fin de satisfacer una insensata necesidad de perfección.Un criterio importante con la relación al valor formativo de un tema es su problemática y su fuerza de activación. Vale decir, su propiedad de acrecentar la capacidad de estudio, provocar actitudes criticas, incitar a hacer esfuerzos mentales que revisten una importancia preeminente para el desarrollo de los alumnos, aunque en un principio éstos no siempre los busquen en forma espontánea ni se sometan a ellos de buen grado.La cuestión de que si un tema será formativo o no y si, por lo tanto, sirve para la enseñanza, depende también de la situación individual de la clase a la cual quisiéramos presentarlo, es decir, de la edad de los alumnos, de su nivel evolutivo psicológico, su sexo, del ambiente del distrito escolar, de la cercanía temporal y espacial del tema en relación con la clase, de los intereses particulares de los alumnos.Al dividir los temas semanales en horas es preciso considerar el aspecto metodológico, además del lógico y psicológico, porque la elaboración adecuada de un tema suele requerir más tiempo del que se necesitaría para una mera exposición. Por eso conviene medir los trozos de tal suerte que se disponga de bastante tiempo para su elaboración metodológicamente correcta.La composición de las unidades semanales y diarias se hará:• con arreglo a la lógica inherente a los distintos asuntos o temas, y• conforme al ritmo semanal y diario del niño.El ritmo semanal y diarioEl decurso de una semana, un día y ciertas horas siguen, en el adulto como en el niño, determinados ritmos. Estos se caracterizan por un paulatino aumento de las energías físicas, psíquicas y mentales, hasta llegar a un punto de culminación, un lento descenso y un reposo.• La semana lectiva• El día lectivo• La forma de las anotaciones: el “Diario escolar”La lectura nos permite conocer las formas en cómo podemos trabajar con el grupo y la manera de emplear el tiempo y los recursos con que disponemos en nuestro centro de trabajo. Nos permite saber qué temas trabajar con el grupo, todo dependiendo de las características de los alumnos y de las condiciones del entorno, del ambiente que se tenga en el aula y en su alrededor.

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